¿Cuántos de vosotros habéis hecho esta pregunta a vuestro asesor cuando vais a comprar un vehículo a nombre de empresa?

Son muchos los factores a tener en cuenta: casuísticos, financieros y fiscales (a efectos de renta, sociedades e IVA), por lo que no se puede dar una respuesta absoluta y genérica pero si podemos explicar brevemente los pilares a considerar para que las piezas encajen lo mejor posible.

Para entender qué opción tomar, primero vamos a definir qué es un leasing y un renting:

  • Leasing: Es una operación financiera mediante la cual se cede al cliente el uso de un bien a cambio de unas cuotas mensuales y que necesariamente debe incluir en contrato una opción a compra.
  • Renting: Se trata de una operación financiera similar donde no existe opción a compra en contrato y suele incluir el mantenimiento del bien (es por eso que en ocasiones se incluye: seguro, cambio de neumáticos…).

Una vez hemos explicado la diferencia entre Leasing y Renting, vamos a enumerar varios factores clave a la hora de tomar esta decisión:

  • La compra directa pasa el bien al inmovilizado de la empresa pasando a formar parte de la masa del activo de ésta. Adicionalmente, si financiamos esta compra directa, este endeudamiento se verá reflejado en el pasivo de la empresa (algo que puede penalizar por ejemplo ante futuras necesidades financieras).
  • Las cuotas de renting suelen ser más elevadas que las de leasing ya que incluyen gastos, manutenciones e incluso seguro en algunos casos. Esto que comentamos puede ser un pro o un contra depende del sector al que se dedique su empresa o la prioridad que se otorgue a preferir despreocuparse por completo de todos los gastos adicionales a un vehículo.
  • En el leasing, si la empresa decide finalmente no ejecutar la compra, tan solo se habrá pagado un “alquiler” por el uso.

Si finalmente, se decide ejecutar la compra del vehículo, este pasará a formar parte del activo de la empresa pero con una reserva de dominio a favor de la entidad financiera que no se verá extinguida hasta abonar la última cuota.

 

Entonces, ¿Por qué opción optamos cuando queremos adquirir un vehículo para nuestra empresa?

 

Lo recomendable para tomar la decisión más acertada sería ver junto con tu asesor que situación de liquidez, fiscal y financiera tiene tu empresa y que podrías necesitar a corto plazo para poder inclinarnos hacia uno de los dos bandos: compra directa o leasing/renting.

Una vez sepamos en cuál de los dos bandos nos encontramos, la decisión se divide en dos:

  1. Compra directa Debemos determinar si la compra la haremos con fondos propios o necesitamos pedir financiación (en caso de necesitar financiación, consulta con tu asesor si debería haberte decantado por un arrendamiento financiero para no meter en un pasivo más deuda de la necesaria).
  2. Leasing / Renting Para decantarnos por uno de estos dos arrendamientos financieros, tendríais que fijaros en varios factores y valorarlos juntos con vuestro asesor:
  • ¿Prevemos ejecutar una opción a compra? (Aunque realmente los concesionarios luego permiten negociar comprar el vehículo aún habiendo hecho un renting).
  • ¿Nos parece una ventaja incluir todos los gastos, manutenciones y seguro en una misma cuota?
  • ¿Fiscalmente es ventajoso?

Como podéis observar no hay una respuesta tajante sobre que decisión es mejor tomar a la hora de adquirir un vehículo de empresa, pero teniendo claros estos y otros muchos condicionantes para poder valorarlos junto con nuestra asesoría, si podremos tomar una decisión mucho más acertada.

No obstante, si quieres conocer todas las ventajas y desventajas de cada una de las opciones no dudes en ponerte en contacto con nosotros para ampliar información.